viernes, 16 de julio de 2010

A Ring of Fire

It's been a year now, since June 28, 2009 and the facts still open heated debate. That day is a true landmark in Honduras's history, and its consequences will be lasting.

Among the many aspects of this subject, the role of the Venezuelan Government is highly controversial. Left-wingers and members of the Resistencia who happen to be friends of mine tend to minimize the role of Venezuela's President in the Honduran crisis. They do so either through sarcasm or denial.

Honduras will be difficult to understand if it's not seen in a global context.

Upon assuming power in Venezuela, her President began to systematically disband the political and legal structures that led him to the Presidency and has thus avoided the election of a successor.

Determined to transform his country into a regional power, he forwarded his true goal: to challenge the United States of America's hegemony in the Americas; to use Venezuela's oil as a weapon; and to establish a new empire, from the ruins of what was once the Great Colombia, allied with America's enemies to provide that kingdom an unprecedented political dimension.

To build this megalomania, Central America is a crucially important bridge, and Venezuela's elected dictator knows this well. This is why what happened last June in Honduras imperils all which he has so painstakingly built.

In the face of what happened in Honduras, the tyrant of Miraflores is ill-equiped to confront the challenge that Colombia poses in its determination to end the decades-long internal war against groups that find havens in Caracas, Quito and La Paz.

Moreover, due to Brasilia's clumsiness, the U.S. can now resume its determinant role in Central America and Honduras, while even being able to strenthen its presence in South America and is has announced it will station SEVEN THOUSAND TROOPS off the coasts of Costa Rica.

A ring of fire is being set to surround he who not even the King of Spain has been able to silence; this ring has been lit. It burns.

As a result of this, legal action has been initiated against the owner of Globovision and the chairman of Uno America. The Political Police, inconceivable in a Democracy, is active in Venezuela and the threat against the opposition is real; The despot means what he says.

We must prepare ourselves. In a globalized world, a fluttering butterfly may cause a tempest elsewhere, and in Venezuela another ring of fire is being set against the Opposition. The actions against Peña Esclusa and Zuloaga are not isolated events. The Dictator is scared and he is angry. Once he feels secure again internally, he will launch a new international offensive, adding unconventional elements to his diplomatic strategy. His long term political survival is at stake.

As for now, we citizens must demand from the Organization of American States to intervene in Venezuela regarding Peña Esclusa, Zuloaga and other opposition leaders. Write to the Secretary General of the OAS to demand intervention by the Interamerican Commission for Human Rights in Venezuela.

Lack of action will result in tomorrow's sorrow. José Miguel Insulza's e-mail address is: jinsulza@oas.org

jueves, 15 de julio de 2010

El Anillo de Fuego

Ya se cumplió un año desde el 28 de junio 2009 y aquellos hechos aún despiertan acaloradas discusiones. Verdaderamente esa fecha marca un hito en la historia de Honduras y sus consecuencias serán duraderas.

Entre los muchos aspectos de dicho tema, el de la participación del gobierno de Venezuela es uno de los más controversiales. Mis interlocutores de Izquierda y miembros de la Resistencia tienden a minimizar el papel del presidente venezolano en la crisis de Honduras, recurriendo al sarcasmo o a negarlo.

Difícilmente comprenderemos lo ocurrido en Honduras si no lo vemos en su contexto global.

Desde que asumió el poder en Venezuela, su Presidente comenzó a desarmar las estructuras políticas y legales que le permitieron alcanzar la presidencia, para así impedir que cualquier otro pudiera sucederle.

Con la determinación expresa de convertir a su país en una potencia regional, impulsó su ulterior propósito: retar la hegemonía de Estados Unidos en las Américas; utilizar el petróleo venezolano como arma; y fundar un imperio aliado con enemigos de Estados Unidos que darían una dimensión sin precedentes a un reino que pretende reconstruir a partir de lo que fue la Gran Colombia.

Para constituir esta megalomanía, Centroamérica es un puente de crucial importancia, y el dictador electo en Venezuela lo sabe muy bien. Por eso, lo ocurrido en junio del año pasado en Honduras pone en riesgo lo que le ha costado tanto alcanzar.

Ante lo que pasó en Honduras, el Tirano de Miraflores está insuficientemente equipado para enfrentar el reto que le plantea Colombia, decidida a poner fin a décadas de guerra interna contra grupos apoyados desde Caracas, Quito y La Paz.

Peor aún, como resultado de la torpeza de Brasilia, Estados Unidos no solo puede ahora reasumir su hegemonía en Centroamérica y Honduras, sino que puede además fortalecer su presencia en Sudamérica, y más aún, está por estacionar SIETE MIL HOMBRES frente a las costas de Costa Rica.

Un anillo comienza a rodear a aquel que ni el Rey de España había podido callar; ese anillo está encendido. Arde. Quema.

Como resultado de eso, sendos procesos judiciales se han intensificado contra el dueño de Globovisión y contra el presidente de Uno América. La Policía Política, inconcebible en una democracia, está activa en Venezuela y la amenaza contra la oposición es real; el Déspota va en serio.

Debemos prepararnos. En un mundo globalizado, el aleteo de una mariposa en un lugar genera un vendaval en otro, y en Venezuela también se ha tendido un anillo de fuego contra la oposición. Los procesos contra Peña Esclusa y Zuloaga no son hechos aislados. El Dictador está asustado y enojado. Una vez se sienta seguro internamente, probablemente arrecie su política exterior agregando elementos no convencionales a su estrategia diplomática. Se juega su supervivencia política a largo plazo.

Por ahora, los ciudadanos debemos exigir a la Organización de Estados Americanos que intervenga ante lo que sucede en Venezuela con Peña Esclusa, Zuloaga y otros opositores al régimen. Escriban masivamente al Secretario General de la OEA para exigirle la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ante lo que ocurre en Venezuela.

No debe haber omisión hoy que se traduzca en lamento mañana. La dirección de José Miguel Insulza es: jinsulza@oas.org

¡Vendrán Tiempos Mejores!

¡Vendrán Tiempos Mejores!
A few clouds over an overwhelmingly blue sky