viernes, 2 de abril de 2010

Sed de Agua y de Esperanza



"Si obedecieres mis preceptos que te mando hoy,
amando a tu Dios y sirviéndole con todo tu corazón y toda tu alma,
Daré la lluvia a tu tierra en su tiempo, la temprana y la tardía,
y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.
Daré también pasto en tus campos para tus animales,
para que todos coman y se harten
"

Arde. El sol, siendo la estrella caliente que es, nos envuelve. Su luz brillante lo satura todo, mientras la tenue capita de gases que nos cubre y protege, se debilita. Fuego y humo; basura e ignorancia; corrupción y desidia, malévolo concierto que ha puesto al Hombre y a Natura en bandos opuestos.

Hoy esperamos la lluvia de mayo en marzo, porque no hay agua. Durante décadas se dejó de buscar el agua. No por falta de dinero; ha sido falta de amor a la Patria.

Hay voces que llaman a señalar directamente como culpables a los funcionarios que omitieron tomar decisiones. Tienen razón, pues deben responder por sus actos y por su falta de acción.

Aún así, no debemos descuidar la responsabilidad colectiva. Hemos tolerado, alentado, fortalecido e impulsado a los políticos aspirantes a funcionarios que se convirtieron en carga para la Patria. En lugar de pedirles cuentas, les pedimos favores, y por ello, también nosotros somos responsables.

Hoy estamos en el ojo de un huracán geopolítico. Fuerzas poderosas se movilizan contra nosotros, desde adentro y desde afuera. Pronto nos tocarán las puertas proponiendo una asamblea constituyente para re-alinearnos con una alianza inherentemente maligna cuyo objetivo es defenestrar a los Estados Unidos de su posición como la nación más influyente y poderosa del mundo. Se creen capaces de doblegarla y trabajan para lograrlo.

Tío Sam, por su parte, está ansioso por mostrarse como un hermano mayor, una potencia benigna y no un imperio. Ante el dilema planteado por Maquiavelo sobre si es mejor ser temido o ser amado, prefiere ser amado porque teme a quienes le temen y ante ello, infunde temor a quienes le aman.

A pesar del daño que podrán causar, estoy seguro que nuestros enemigos fracasarán. Nuestra población sabe que con estudio y trabajo puede prosperar y mejorar su calidad de vida.

Una generación que apuesta al cambio será un semillero de líderes visionarios que comprenden que es necesario hacer más grande el pastel. Así resultará que más de nosotros encontraremos la felicidad que proviene de la sensación de pertenencia, de logro y de bienestar.


Vendrán líderes que comprenden que no basta depender de la lluvia; que hay que señorear la Naturaleza, trabajar con ella para que nos favorezca; que construiremos una nación frondosa, próspera y buena, que contribuirá a la paz del orbe y al bienestar de sus ciudadanos.

Vendrán días cuando el agua fluirá gracias al buen gobierno y la buena ciudadanía; vendrán tiempos con justicia, cuando será innecesario que los demagogos engañen a las mayorías con promesas populistas. Vendrá la caída de los dictadores electos.

Vendrán días de agua limpia y transparente, como así serán nuestros políticos.

¡Vendrán Tiempos Mejores!

¡Vendrán Tiempos Mejores!
A few clouds over an overwhelmingly blue sky